viernes, 10 de julio de 2009

OTRA FORMA DE ENTENDER LA VIDA.

Jesús te ofrece la vida verdadera

El hombre más grande de todos los tiempos, Jesucristo, quien ni siquiera tuvo un lugar propio donde recostar su cabeza, dijo: “La vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.” Y acto seguido habló de un hombre cuya única preocupación era asegurar sus bienes para disfrutar de una jubilación anticipada. “Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?”

“La vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.” Las cosas de verdadero valor no se pueden comprar. La persona que solo tiene bienes materiales, finalmente perderá sus bienes y también perderá su alma. “Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.” ¿Qué provecho tiene ganar el mundo, si pierdes el alma?

Jesús nos invita a seguirle, a buscar primero el reino de Dios, a invertir nuestra vida en lo que no pierde valor, y a cambio nos ofrece gratuitamente lo que ni con todo el dinero del mundo podríamos comprar: paz con Dios, vida eterna y felicidad. Jesús es el camino a seguir. Él murió en una cruz para darnos la verdadera riqueza, y dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida.”

Con Jesús tienes asegurada la vida en abundancia. Sin él, aunque lo tengas todo, no tienes nada.
El profeta Isaías preguntó hace muchos años: “¿Por qué gastáis vuestro dinero en lo que no es pan y vuestro trabajo en lo que no sacia?” Solo Jesús puede saciar el hambre y la sed de verdad que hay en el ser humano. Él así lo afirma diciendo: “Yo soy el pan de vida; el que a mi viene, nunca tendrá hambre, y el que en mi cree, no tendrá sed jamás.”

Jesús nos ofrece gratuitamente lo que ni con todo el dinero del mundo podríamos comprar; paz con Dios, vida eterna y felicidad. Con Jesús tienes asegurada la vida en abundancia. Sin él, aunque lo tengas todo, no tienes nada. Si quieres conocer a Jesús, lee la Biblia.

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