sábado, 18 de junio de 2011

viernes, 17 de junio de 2011

Una Mujer con Visión

Me encontré este interesante e importante articulo, espero les guste y lo disfruten tanto como yo: ¿Recuerdas cuando eras pequeña y jugabas a la gallinita ciega con tus amiguitas? Yo lo recuerdo, y también recuerdo que no me gustaba mucho este juego. Tan pronto me cubrían los ojos y me daban la primera vuelta, perdía el sentido de dirección y me sentía totalmente desorientada –y atontada. No importa cuántas veces oía “¡estoy aquí!”, tardaba muchísimo en encontrar a las demás e iba por el patio dando tumbos. Creo que eso mismo sucede cuando tratamos de vivir nuestra vida y hacer nuestros planes sin consultar con Dios, sin pedirle Su orientación y confirmación. Vamos dando tumbos, desorientadas, como si los ojos estuvieran cubiertos, tropezando con todo lo que se nos cruza delante, tratando de encontrar el camino hacia esa voz que dice “¡Estoy aquí!”. Sin embargo, Dios tiene planes buenos para nosotras y para aquellos que amamos. En Jeremías 29:11 dice: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice el Señor, pensamientos de paz, y no de mal…” Para poder conocer esos planes y andar en el camino que Dios quiere que andemos, tenemos que buscarle constantemente. Necesitamos tener visión, una visión que nos permita ver más allá de las circunstancias, que nos ayude a descubrir las maneras en que Dios nos dirige y ver cómo obra en nuestra vida. No se trata de una visión física, sino espiritual, una visón que nos da ánimo para obedecer la dirección de Dios. En 2 Corintios 5:7 dice que andamos por fe, no por vista. Es, por lo tanto, nuestra fe en el amor de Dios la que nos permite ver más allá de las circunstancias, la que nos ayuda a confiar plenamente en la bondad de Dios para con nosotras. Al tener nuestros ojos puestos en Jesús, al tener la visión enfocada correctamente, comenzamos a movernos hacia esa voz maravillosa que dice “¡Estoy aquí!” Dios nunca nos deja solas. Somos nosotras las que perdemos la visión y perspectiva cuando nos dejamos envolver y desorientar por los afanes y problemas de cada día. Aprendamos a confiar en el Padre amoroso que nos dice “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos.” (Salmo 32:8) Busca a Dios cada mañana. Lee Su Palabra. Habla con Él. Pídele que te muestre el camino a andar cada nuevo día. Sobre todo pídele que te dé una visión fresca de Su amor y dirección, una que te permita encontrar y abrazar con alegría al que cada día te dice “Estoy Aquí”. Él nunca te abandona. “Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” Mateo 28:20

jueves, 16 de junio de 2011

Dios abre y cierra puertas

¿Cuántos desean que Dios les abra puertas? ¿Cuántos están esperando que una puerta específica se abra para sus vidas? Génesis 7:15-16 Vinieron, pues, con Noé al arca, de dos en dos de toda carne en que había espíritu de vida. Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado Dios; y Jehová le cerró la puerta.

Cuando fue el tiempo del diluvio Dios mandó a hacer un arca, el arca tenía especificaciones para lo que iba a servir y dentro de ella el tipo de puerta para que cada pareja de especie creada por Dios pudiera entrar al arca, pero llegó un momento en que la puerta se cerró, debemos aprender no sólo a pedirle a Dios que abra puertas sino pedirle que podamos entrar en el tiempo que hay que entrar.

Hay puertas que se te han abierto en la vida pero no te has dado cuenta, no lo has notado o
sabiéndolo lo menospreciaste y cuando llegaste a tocar la puerta no te la volvieron a abrir, la
oportunidad de un trabajo, de un noviazgo, no sé si se han dado cuenta pero hay una situación
clásica, el joven está detrás de la señorita cortejándola y ella le dice que no, él insiste pero un día él se da cuenta que no vale la pena y se aparta, después la señorita empieza a buscarlo deseando que vuelva a hablarle. Se abren puertas de todo tipo y en todas partes, en todo tiempo para que puedas entrar y puertas que estarán cerradas durante un tiempo hasta que Dios te deje entrar, pero también tenemos que discernir por cuál de las puertas que se nos abren debemos entrar, el problema no es si nos abren una puerta, el problema es cuando se nos abren varias y no sabemos cuál de todas escoger.

El Apóstol Pablo en una de las escrituras dice “Y se me abrió una puerta pero no tuve paz porque uno de mis discípulos estaba enfermo y tuve que regresar”. A mí se me han abierto muchas puertas pero debo tener sabiduría, discernimiento, madurez y carácter para saber por cuál entrar y por cuál no entrar, por ejemplo, eres una mujer guapa, agraciada, con título universitario, en otras palabras eres codiciable para muchos jóvenes ¿cuál de ellos te conviene más? O puede ser al revés, eres un joven interesante para muchas jovencitas, pero ¿cuál de ellas es? Muchas puertas están abiertas pero cuál es la que te corresponde, el problema empieza cuando muchas puertas se abren, mientras estén cerradas no.

Llegó el día en el que el Señor cerró la puerta del arca y dijo “hasta aquí” por lo tanto debes
entender lo que dice Apocalipsis 3:7 Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre.

El mismo que abre también cierra, muchos están esperando que las puertas se abran, pero no todos han entendido que algunas de esas puertas Dios mismo las cerró. Dios te puede abrir o cerrar una puerta, puede cerrar puertas por tu bien o te puede cerrar puertas por tu irresponsabilidad, por no cumplir con lo que debes, el problema es que cuando él cierra… nadie puede abrir. Colosenses 4:2-4 Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias; orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso, para que lo manifieste como debo hablar.

Si usted quiere que se le abran las puertas usted debe orar por esas puertas, el Apóstol Pablo era específico y le decía a la gente “perseveren en la oración acompañada de acción de gracias”.

Uno debe de dar gracias por la puerta que está esperando que se abra antes de que se abra, no sólo cuando se abre, sino antes de que se abra, levante sus manos y dígale al Señor: “Te doy gracias por la puerta que me vas a abrir”. Haga tiempo para orar, en ocasiones he estado orando por puertas para que Dios las abra y mientras estoy orando por esa puerta con perseverancia me doy cuenta que esa puerta no conviene que se abra por tanto orar y meditar es importante.

Tienes que aprender a orar, quieres que Dios te abra puertas pero ni siquiera oras unos minutos al día para que eso se dé, hay personas que esperan lo que sea y ninguno logra tener éxito pensando que lo que sea es bueno, no hay que ser conformistas, se debe ser proactivo, luchar por lo que se desea, por lo que se anhela. Las puertas significan mucho, es el medio de acceso a un lugar, a las personas, a cargos, a edificios, no sólo es la entrada, también es la salida. Quieres un trabajo pero no sabes cuál, quieres prosperar pero no sabes en qué, el Apóstol Pablo decía “oren ustedes para que Dios nos abra puerta para predicar la palabra y perseveren”.

Otra cosa que necesitamos para ver puertas abiertas de parte de Dios es PERSEVERANCIA, Dios no abre puertas en el momento en el que estamos orando, quiere ver tu fe, tu perseverancia, te quiere formar, te prepara y luego abre la puerta y te dice “Pasa adelante”. Cuando uno está necesitado quiere que la puerta se abra de manera instantánea, ten paciencia, persevera, ora, cree, da gracias y la puerta se abrirá. Mateo 7: 7-8 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

El Apóstol Pablo oraba para que las puertas se abrieran, Jesús enseñó a tocar las puertas para que se abrieran, el otro extremo es la gente que siempre está orando y sólo ora pero no trabaja, hay que tocar la puerta, llevar cotizaciones, llevar el curriculum a empresas, no sólo se ora, hay que hacer cosas bajo la bendición de Dios, también hay que saber qué puerta se toca, si quiere arreglar su traje o pantalón no toca la puerta del médico, toca la puerta del sastre; si su hijo se quiebra el brazo toca la puerta del médico no la del sastre. Debe orar por la puerta pero también debe tocar la puerta adecuada, la que corresponde.

Si buscas un empleo toca la puerta que mas probabilidades tienes que se abra, si eres ingeniero toca puertas donde se necesite un ingeniero, si estás estudiando medicina no toques la puerta de un bufete de abogados, toque puertas donde hayan probabilidades y digan: “Lo estábamos esperando”.

Normalmente cuando alguien está orando de este lado de la puerta hay otro orando del otro lado de la puerta.

Tienes que pedirle a Dios no solo que se abra la puerta, sino la oportunidad de tocarla de la manera correcta, hay gente que toca la puerta de la casa uno sabe quien es, todos tenemos diferente estilo para tocar puertas, tenemos nuestra propia personalidad para tocar el timbre, pero hay quienes tocan las puertas con arrogancia, con altanería y con esa actitud no hay puertas que quieran abrirse.

Algunos han somatado puertas, el Señor dijo “Tocad y se os abrirá”, no dijo “Somaten y se os
abrirá”. Toque amablemente, hay que saber cómo y cuándo. Hay gente que toca la puerta fuera de hora, debe saber el momento correcto para tener acceso. Hay que pedirle a Dios no solo en oración, también hay que llamar para que se nos abra. Colosenses 4:4 Para que lo manifieste como debo hablar.

No sólo debes esperar que Dios abra la puerta sino debes entrar como se debe, sabiduría para
aprovechar que la puerta se abre, hay gente que se le abre la puerta y no lo aprovecha, lo aprovecha mal, llegan tarde, no van preparados, no están listos para el día en que se abre, usted le pide a Dios que le abra una puerta, Dios está diciéndote “Prepárate para el día que se te abra”.

Debes saber qué tipo de puerta se te abre para saber qué hacer cuando se abra, Pablo decía “oren no sólo para que se me abra la puerta, oren para que sepa cómo predicar”. ¿Cómo pide Pablo que oren para que supiera cómo predicar si era el mejor para hacerlo? Lo pedía porque no en todos los lugares se predica igual, no a todo cliente se le trata igual. Hay que saber cómo tocar la puerta, cómo entrar por ella y qué hacer cuando se abra.

Recuerdo que en una oportunidad me llamó un pastor de jóvenes que estaba a cargo de mi persona y me dijo que el pastor quería que predicara, bendito Dios me agarró preparado. Yo era joven, soltero, ya éramos novios con Sonia, eran mis primeros años de trabajo, agarré mis ahorros me fui a una tienda de trajes, me compré un saco, pantalón, corbata, zapatos, estaba orado, ayunado, no me puse a orar o a ayunar, a leer en ese momento, ya lo había hecho y la puerta se abrió. Me presenté el miércoles prediqué, era una reunión pequeña, de aproximadamente 80 personas, pero sentí que estaba en el Estadio Mateo Flores, al terminar la reunión los líderes me dieron 60 puntos, le di gracias a Dios por la puerta que había abierto, quién iba a decir que más puertas se abrirían a raíz de aprovechar bien la primera, no sabes cual es la puerta que se te van a abrir y que te llevará a las siguientes.

Hay puertas que están por abrirse delante de nosotros, vamos a orar, a perseverar, a tener
paciencia, nos vamos a preparar para entrar por ellas. Este es el año de las puertas abiertas.
Salmo 100:4 Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre. Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones.

Dios abre puertas porque Dios es bueno, por todas las generaciones Dios abrirá puertas cuando
entremos por ellas debemos entrar con gratitud, cada vez que alguien sea usado por Dios para
abrirte una puerta toma tiempo para sentarte con él o ella, no para discutir de tu nuevo cargo,
negocio, tome un tiempo para dar un obsequio para decir “Muchas gracias por haberme abierto las puertas”. En ese momento usted está cerrando bastante la probabilidad de que rápido se las
cierren. Cuando Dios abre puertas lo primero que uno hace es levantar las manos al Señor y decir “Señor gracias, no pensé que puertas tan especiales se me iban a abrir, gracias por el trabajo, gracias por esta negociación porque de aquí viene la comida para mis hijos, gracias por haberlas abierto”. No sea espiritualmente altivo y no diga que fue Dios el que le abrió una puerta y no los hombres, Dios usa a hombres para abrir puertas, a Dios le agrada que le den gracias a él y también a las personas.

Pídele a Dios que te ayude a conservar las puertas abiertas, pídele que te de sabiduría, que te ayude a mantener tu testimonio, que te use en ese lugar, que puedas ser responsable delante de él, que puedas agradarlo con la forma en la que te conduces en las puertas que te abrió.

Cuando Dios abre una puerta no sólo lo debes alabar, debes entrar con alegría, debes entrar por las puertas de tu oficina con alegría, es una puerta que se abre, cuando llegues a tu casa entra dando gracias por tu hogar, gracias por la familia que tienes, las puertas significan mucho, significan oportunidad, hay que dar gracias a Dios por ellas y después ve con la gente y sé agradecido porque detrás de una puerta hay alguien, la puertas están vinculadas con alguien, no se pelee con nadie porque jamás podrá saber cuál es la siguiente puerta que le toca tocar, y quizás detrás de esta puerta esté la persona que no lo puede ver, que le cae mal.

Le doy agracias a Dios por las puertas que se ha abierto por las grandes y pequeñas, por permitirnos entrar con dignidad, con buen testimonio, con humildad, sencillez de corazón, concientes de que es por él y que lo que viene es grande. Levanta tus manos y da gracias por las puertas, da gracias por la oportunidad de negocios, de tener una familias, imagina todas las puertas por las que pasas todos los días, físicamente por las que entras y sales, dale gracias por la puerta del auto que abres para conducir, la de los buses, las puertas son las que nos dan acceso. Ministerios Cash Luna

LLAVES QUE ABREN PUERTAS


Jericó era una de las ciudades más fortificadas, con murallas imposibles de derribar. Puedes leer acerca de Jericó en Josué6:1-6. A causa de los hijos de Israel, Jericó estaba cerrada, muy cerrada.

Así parece a veces nuestra vida. Porque por mucho tiempo nos encontramos con puertas cerradas, puertas que nos impiden avanzar. Queremos tener bendición, pero nos encontramos con una puerta cerrada.

Y así como en el mundo material las puertas se abren con llaves, en el mundo espiritual, las puertas se abren con llaves espirituales. En Mateo 16:19 Jesús le dijo a Pedro: ‘A ti te daré las llaves del reino, y todo lo que atares en la tierra será atado en el cielo, y todo lo que desatares en la tierra será desatado en el cielo.’ Y luego se lo repitió a los discípulos. No era sólo para Pedro. Dios te dio llaves, y esas llaves sirven para abrir puertas cerradas. Dios pone llaves en tu mano. El pasaje no dice llave, dice llaves. Significa que no es una, sino muchas.

Dios quiere enseñarnos que el problema no es la puerta cerrada, el problema es que yo debo elegir la llave correcta. Debo elegir la llave correcta que abre la puerta cerrada.

Cada vez que te encuentres frente a una puerta cerrada, no te concentres en eso, no le discutas a Dios. Lo que debes hacer es poner atención en elegir la llave correcta.

¿Qué es una llave? Es una estrategia que Dios nos da para abrir las puertas cerradas. Y la estrategia te la dará a ti en forma personal.

En el caso de Jericó la estrategia era rodear la ciudad durante seis días, y el séptimo día rodearla siete veces. Pero debían estar en silencio mientras marchaban.

A lo largo de todo su peregrinaje el pueblo de Israel había murmurado, pero esta vez debía quedarse en silencio. Y lo único que se escucharía sería el sonido de las bocinas.

Cada vez que te encuentres frente a una puerta cerrada, tienes que aplicar la estrategia en silencio. No te quejes, no discutas con Dios. Comienza a aplicar la llave en silencio.

Ahora bien, si yo tengo un Dios tan grande, ¿por qué hay puertas cerradas? Porque Dios está formando en ti un conquistador. Por eso hay puertas cerradas, porque Dios quiere lograr que tú y yo seamos conquistadores de puertas cerradas. Él no nos dijo que todas las puertas iban a estar abiertas, pero sí que nos daría las llaves.

El problema es que nosotros queremos utilizar siempre la misma llave. Siempre la misma estrategia, y ¿por qué? Porque a mi mamá le funcionó, entonces yo la quiero usar. Y queremos usar la misma llave para todo.

Sin embargo Jesús nos dio llaves, varias, diferentes. Eso quiere decir que Dios te ha dado muchas estra­tegias. Una para cada puerta. Si buscas, encontrarás nuevas estrategias para abrir las puertas que están cerradas. Cuando utilices la llave correcta, abrirás esa puerta e irás derecho hacia delante, para conquistar todo lo que Dios te prometió.

La Llave de la Bendición.
Hoy te mostraré una llave. No sé si es la llave que nece­sitas para abrir tu puerta, pero sisé que está incluida en el manojo de llaves que Dios nos dio. Se llama la IIave de Ia bendición.

Hay poder en la bendición. Dios nos besó con una bendición. Dice la palabra que las bendiciones para el justo están sobre su cabeza. La bendición que Dios nos dio tiene poder sobre nuestra vida.
Bendecir es hablar de lo que deseo ver hasta que suceda.
Maldecir es hablar de lo que no quiero ver hasta que suceda.

Puedes elegir la bendición o la maldición, pero yo te digo: elige la bendición, porque en algún momento te alcanzará. Hay puertas en tu vida que están cerradas porque las maldijiste. La única manera de cortar una maldición es renunciar a ella y elegir la bendición.

Dice la Palabra de Dios que tú y yo somos bendecidos. Y si estamos bendecidos, nadie puede robarnos esa bendición. Aunque Satanás quiera cerrarnos puertas, nadie podrá robarnos la bendición de Dios.

Si aprendes a bendecir, nada ni nadie podrá quebrar esa bendición. ¡Porque la bendición tiene poder! Si quieres tener una vida con sentido y provecho como la tuvo Jesús, si quieres ser parte del proyecto eterno de Dios:
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Extracto del libro “Alcanzando el Éxito”

QUE SERIA DE MI

LEVANTO MIS MANOS

DIOS ESTÁ AQUI

EL ESPIRITU DE DIOS ESTA AQUI

YO QUIERO MÁS DE TI