lunes, 6 de julio de 2009

¿ Cuánto vales? ¿Estás siendo tentado? ¿Estás agobidado?

No sé si estás agobiado en esta hora. ¿Cómo te sientes en tu vida? Quizá tienes problemas en tu vida personal. Tal vez tienes problemas en tu hogar. Quizá estás agobiado por las cargas económicas que pesan sobre ti. Es posible que te agobien cargas sociales; la sociedad demanda demasiado de cada uno de nosotros. Pienso que quizás estás agobiado o agobiada por cargas morales.Cargas y más cargas. Te parece que se te va a romper la espalda de tantas cargas.
Jesucristo te dice: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga».Jesucristo te dice, Jesucristo nos dice: Ven a mí. Ven a mí que yo te voy a dar descanso. Jesús tiene compasión de ti que estás agobiado. Él tiene compasión de los agobiados por sus cargas que se vuelven a Él. Tienes que venir al corazón compasivo de Cristo. Jesús siente que estás agobiado. Jesús sabe que estás agobiado. Jesús quiere compadecerse de ti. Muchas veces estamos preocupados cuidándonos del colesterol. ¡Se habla constantemente de colesterol, de depresión, de triglicéridos, de presión alta! Se nos dice que nos cuidemos de estas cosas que matan. No es malo cuidarnos de esas cosas, pero no hay asesino silencioso peor que el agobio del alma. Y cuando el alma está agobiada. No hay peor agobio. Ningún otro problema se compara a tu alma agobiada. Necesitas la compasión de Jesús. Y Jesús tiene compasión para tu alma y mi alma agobiadas. Necesitamos tomarle la palabra a Jesús. Necesitamos decirle a Jesús: «Señor, vengo a ti con mis cargas. Cargas morales, espirituales, sociales, económicas. Vengo a ti porque tú has dicho: Ven a mí y yo te haré descansar».

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