miércoles, 13 de mayo de 2009


Selecciona buenas compañías: Una de las cosas que ha metido en problemas a los jóvenes son sus amistades, las cuales no son una influencia positiva para ellos. La Biblia nos exhorta a que prestemos atención a la clase de amistades que debemos buscar. Observa lo que el apóstol Pablo nos dice en 1 Corintios 15:33: “No erréis, las malas compañías corrompen las buenas costumbres.” La versión Reina Valera 2000 dice: “No erréis; los malos compañeros corrompen el buen carácter.” En realidad este es el caso. Bien dice el dicho que “el que entre lobos
anda, a aullar aprende.” También dice otro dicho: “El que entre la miel anda, algo se le pega.” Si tú te juntas con malas amistades, tarde que temprano estarás imitando sus malos caminos, y esto traerá serias consecuencias. Recuerda que las malas compañías no quieren que tú pases la eternidad en el cielo, sino más bien en el castigo eterno. No escuches a tus malas compañías, sino más bien, escucha a Dios y Su Palabra.

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