Si Dios existe, y la Biblia es su Palabra, implica que:
1. HAY UN CREADOR detrás de este inmenso y misterioso universo en el cual vivimos. No es cierto que sea simplemente el resultado de un enorme accidente. El Soberano Dios lo hizo todo, y por lo tanto, es suyo. Además lo hizo todo con un propósito determinado, como también a ti te hizo con propósito.
2. Por lo tanto, DIOS ES EL DUEÑO de este mundo. No es nuestro, y por lo tanto no podemos hacer lo que nos plazca en esta vida. Entramos en este mundo como inquilinos, no como dueños, y existe un "contrato de arrendamiento" que estipula como hemos de vivir aqui, y que es lo que no se nos permite hacer. Las condiciones de este "contrato" han sido estipuladas por Dios mismo, y con todo el derecho, puesto que Él es el dueño. Nosotros haríamos lo mismo en circunstancias similares.
"De Dios es la Tierra y su plenitud; el mundo y los que en él habitan. Porque el la fundó sobre los mares, y la afirmó sobre los ríos". Salmo 24:1-2
3. ESTE CONTRATO ES LA LEY DE DIOS. Esta claramente escrito en la Biblia, y representa la única forma sana de vivir en este mundo. También está escrito en nuestros corazones, de modo que nuestras conciencias nos acusan cuando actuamos en contra de esta Ley Divina.
4. EL CONTRATO TIENE FUERZA LEGAL, y Dios nos avisa claramente que un día cada uno de nosotros tendremos que comparecer ante su Alto Tribunal, y rendir cuentas de como hemos vivido en este, su mundo, a la luz de su Santa Ley.
"...está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio" Hebreos 9:27
5. Esto nos enfrenta con UN TREMENDO DILEMA, que nosotros mismos no podemos resolver. Todos, sin ninguna excepción, sufrimos de un terrible mal mortal mil veces peor que el cáncer.. llamado PECADO, y el pecado nos impulsa constantemente a hacer todo lo contrario de lo que Dios nos manda en su Ley. La verdad de esto, y sus terribles consecuencias, están a la vista de todos: Un mundo lleno de mentira, engaño, egoísmo, infidelidad, odio, violencia, corrupción.... y una infinidad de cosas más.
6. DIOS NO PUEDE PASAR POR ALTO estas cosas, ni actuar como si no importasen. Todo lo contrario. Él nos advierte claramente que todos somos culpables ante su Santa Ley, y que en el gran día del Juicio Final, el veredicto del Alto Tribunal irá en nuestra contra, con consecuencias desastrosas y eternas.
7. PERO LA BIBLIA es portadora de una noticia maravillosa. Dios en su gran misericordia, ha encontrado una solución a este terrible dilema. Ha provisto un Salvador, su mismo Hijo Jesucristo. Y este evangelio nos dice:
Que Jesucristo es el Divino Hijo de Dios, descendido a este mundo desde su mundo sobrenatural, en busca de nosotros.
Que murió por nuestro pecados en la cruz, El, el Justo, por nosotros los injustos, para reconciliarnos con Dios.
Que resucitó de la muerte al tercer día, dando fe así de la veracidad de todo lo que aquí estamos diciendo.
Que después ascendió al cielo de nuevo, donde Dios mismo le sentó a su diestra en las Alturas confirmando así que su gran sacrificio por nuestros pecados, hecho una sola vez y para siempre, ha sido aceptado por Él como totalmente válido y suficiente.
8. EL EVANGELIO DE JUAN TAMBIEN NOS DICE, en las palabras inmortales de su capitulo 3, verso 16 que todo aquel que cree en El, no se perderá (que quiere decir que no será condenado en el gran día del Juicio Final), sino que tendrá ya -aquí y ahora- la vida eterna. Esto es, la VIDA DE LA ETERNIDAD. La Vida que tú y yo necesitamos para poder tener una relación auténtica con Dios ahora... pertenecer a su gran familia... y después, al final de la breve historia de nuestra vida aquí, entrar en el gran y glorioso mundo de Dios.
9. EL EVANGELIO DE JUAN también nos habla de la gloriosa SEGUNDA VENIDA DE JESUCRISTO a este mundo. Lo puedes leer en su capitulo 14. "Entonces el Señor, con voz de mando, resucitará a todos los muertos, unos para resurrección de vida, y otros para resurrección de condenación" (Juan 5:19-29).
1. HAY UN CREADOR detrás de este inmenso y misterioso universo en el cual vivimos. No es cierto que sea simplemente el resultado de un enorme accidente. El Soberano Dios lo hizo todo, y por lo tanto, es suyo. Además lo hizo todo con un propósito determinado, como también a ti te hizo con propósito.
2. Por lo tanto, DIOS ES EL DUEÑO de este mundo. No es nuestro, y por lo tanto no podemos hacer lo que nos plazca en esta vida. Entramos en este mundo como inquilinos, no como dueños, y existe un "contrato de arrendamiento" que estipula como hemos de vivir aqui, y que es lo que no se nos permite hacer. Las condiciones de este "contrato" han sido estipuladas por Dios mismo, y con todo el derecho, puesto que Él es el dueño. Nosotros haríamos lo mismo en circunstancias similares.
"De Dios es la Tierra y su plenitud; el mundo y los que en él habitan. Porque el la fundó sobre los mares, y la afirmó sobre los ríos". Salmo 24:1-2
3. ESTE CONTRATO ES LA LEY DE DIOS. Esta claramente escrito en la Biblia, y representa la única forma sana de vivir en este mundo. También está escrito en nuestros corazones, de modo que nuestras conciencias nos acusan cuando actuamos en contra de esta Ley Divina.
4. EL CONTRATO TIENE FUERZA LEGAL, y Dios nos avisa claramente que un día cada uno de nosotros tendremos que comparecer ante su Alto Tribunal, y rendir cuentas de como hemos vivido en este, su mundo, a la luz de su Santa Ley.
"...está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio" Hebreos 9:27
5. Esto nos enfrenta con UN TREMENDO DILEMA, que nosotros mismos no podemos resolver. Todos, sin ninguna excepción, sufrimos de un terrible mal mortal mil veces peor que el cáncer.. llamado PECADO, y el pecado nos impulsa constantemente a hacer todo lo contrario de lo que Dios nos manda en su Ley. La verdad de esto, y sus terribles consecuencias, están a la vista de todos: Un mundo lleno de mentira, engaño, egoísmo, infidelidad, odio, violencia, corrupción.... y una infinidad de cosas más.
6. DIOS NO PUEDE PASAR POR ALTO estas cosas, ni actuar como si no importasen. Todo lo contrario. Él nos advierte claramente que todos somos culpables ante su Santa Ley, y que en el gran día del Juicio Final, el veredicto del Alto Tribunal irá en nuestra contra, con consecuencias desastrosas y eternas.
7. PERO LA BIBLIA es portadora de una noticia maravillosa. Dios en su gran misericordia, ha encontrado una solución a este terrible dilema. Ha provisto un Salvador, su mismo Hijo Jesucristo. Y este evangelio nos dice:
Que Jesucristo es el Divino Hijo de Dios, descendido a este mundo desde su mundo sobrenatural, en busca de nosotros.
Que murió por nuestro pecados en la cruz, El, el Justo, por nosotros los injustos, para reconciliarnos con Dios.
Que resucitó de la muerte al tercer día, dando fe así de la veracidad de todo lo que aquí estamos diciendo.
Que después ascendió al cielo de nuevo, donde Dios mismo le sentó a su diestra en las Alturas confirmando así que su gran sacrificio por nuestros pecados, hecho una sola vez y para siempre, ha sido aceptado por Él como totalmente válido y suficiente.
8. EL EVANGELIO DE JUAN TAMBIEN NOS DICE, en las palabras inmortales de su capitulo 3, verso 16 que todo aquel que cree en El, no se perderá (que quiere decir que no será condenado en el gran día del Juicio Final), sino que tendrá ya -aquí y ahora- la vida eterna. Esto es, la VIDA DE LA ETERNIDAD. La Vida que tú y yo necesitamos para poder tener una relación auténtica con Dios ahora... pertenecer a su gran familia... y después, al final de la breve historia de nuestra vida aquí, entrar en el gran y glorioso mundo de Dios.
9. EL EVANGELIO DE JUAN también nos habla de la gloriosa SEGUNDA VENIDA DE JESUCRISTO a este mundo. Lo puedes leer en su capitulo 14. "Entonces el Señor, con voz de mando, resucitará a todos los muertos, unos para resurrección de vida, y otros para resurrección de condenación" (Juan 5:19-29).
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