sábado, 4 de septiembre de 2010

Algunos nombres de Dios.

La lectura de algunos de los nombres de Dios, puede ser de ayuda en nuestra búsqueda de cómo es Dios. Veamos los siguientes:

Elohim – El Fuerte, Divino (Génesis 1:1)
Adonai – Señor, indicando una relación Maestro - siervo (Éxodo 4:10,13)
El Elyon – El Altísimo, El más Fuerte (Isaías 14:20)
El Roi – El Fuerte que ve (Génesis 16:13)
El Shaddai – Todopoderoso Dios (Génesis 17:1)
El Olam – Dios eterno (Isaías 20:28)
Yahvé – SEÑOR “Yo Soy”, lo cual significa el Dios Eterno, que existe independientemente de cualquier otro ser. (Éxodo 3:13,14).
Vamos a continuar examinando más de los atributos de Dios; Dios es eterno, lo cual significa que no tuvo principio y que Su existencia nunca va a terminar. El es inmortal, infinito (Deuteronomio 33:27); Salmos 90:2; 1ª Timoteo 1:17).
Dios es inmutable, lo cual significa, que es inalterable; es decir que Dios es absolutamente digno de confianza y fidedigno (Malaquías 3:6; Números 23:19; Salmos 102:26,27).
Dios es incomparable, lo cual significa que no hay nadie como Él en obras o existencia; es inigualable y perfecto (2ª Samuel 7:22; Salmos 86:8; Isaías 40:25; Mateo 5:48).
Dios es inescrutable, lo cual significa que no tiene límite, no se lo puede llegar a conocer por completo, es insondable (Isaías 40:28; Salmos 145:3; Romanos 11:33,34).
Dios es imparcial, lo cual significa que no hace distinción de personas en el sentido de mostrar favoritismo (Deuteronomio 32:4; Salmos 18:30).
Dios es omnipotente, lo cual significa que es todopoderoso; Él puede hacer todo lo que le agrada, pero Sus acciones siempre estarán de acuerdo con el resto de Su carácter (Apocalipsis 19:6, Jeremías 32:17,27).
Dios es omnipresente, lo cual significa que siempre está presente, en todas partes (Salmos 139:7-13; Jeremías23:23).
Dios es omnisciente, lo cual significa que conoce el pasado, presente y futuro, aún lo que estamos pensando en cualquier momento; puesto que conoce todo, Su justicia siempre será administrada imparcialmente (Salmos 139:1-5; Proverbios 5:21).
Dios es uno, lo cual significa que no solamente no hay otro, sino que también es el único en poder cubrir las necesidades más profundas y anhelos de nuestros corazones, y sólo Él es digno de nuestra adoración y devoción (Deuteronomio 6:4).
Dios es justo, lo cual significa que no puede y no va a pasar por alto la maldad; es debido a Su rectitud y justicia, que Jesús tuvo que experimentar el juicio de Dios, nuestros pecados fueron puestos sobre Él para que de esta manera fuéramos perdonados (Exodo 9:27; Mateo 27:45-46; Romanos 3:21-26).
Dios es soberano, lo cual significa que es supremo; toda Su creación junta, a sabiendas o ignorando, no puede impedir Sus propósitos (Salmos 93:1; 95:3; Jeremías 23:20).
Dios es espíritu, lo cual significa que es invisible (Juan 1:18; 4:24).
Dios es una Trinidad, lo cual significa que es tres en uno, el mismo en substancia, poder y gloria por igual. Note que en el primer pasaje citado de la Escritura, “nombre” es singular aún cuando se refiere a tres Personas distintas – “Padre, Hijo, Espíritu Santo” (Mateo 28:19; Marcos 1:9-11).
Dios es verdad, lo cual significa que está de acuerdo con todo lo que es, Él va a permanecer incorruptible y no puede mentir (Salmos 117:2; 1ª Samuel 15:29).
Dios es santo, lo cual significa que está separado de toda corrupción moral y es hostil a ella. Dios ve todo el mal y esto lo enfada; el fuego usualmente es mencionado en la Escritura junto con la santidad. Dios es referido como un fuego consumidor (Isaías 6:3; Habacuc 1:13; Exodo 3:2, 4, 5; Hebreos 12:29).
Dios es afable – esto incluiría Su bondad, benevolencia, misericordia y amor – las cuales son palabras que dan tintes de significado a Su bondad. Si no fuera por la gracia de Dios, parecería que el resto de Sus atributos nos excluirían de Él. Afortunadamente este no es el caso, porque Él desea conocernos a cada uno personalmente (Éxodo 22:27; Salmos 31:19; 1ª Pedro 1:3; Juan 3:16, Juan 17:3).
Esto ha sido solamente un modesto intento de contestar una gran pregunta de Dios. Por favor siéntanse grandemente animado a seguir buscándole (Jeremías 29:13).

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