jueves, 11 de junio de 2009

RECHAZO Y UNA AUTOIMAGEN NEGATIVA

Las palabras, ya sean nuestras o de otros, tienen el poder de sanar o de lastimar el espíritu. Una encuesta indica que se necesitan, por lo menos, cinco afirmaciones positivas para contrarrestar los efectos de un solo comentario negativo. Por eso es que Proverbios 15:4 y 18:21, expresa: La lengua apacible es árbol de vida, más la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu.

Un pastor de la iglesia, oró en una ocasión con una atractiva mujer de alrededor de cuarenta años de edad que se creía gorda y fea. Ella, había crecido en el campo y, cada vez que la familia pasaba por otros campos donde se veían cerdos comiendo, solían hacerle bromas señalando que los que estaban comiendo eran juanitas, en relación con su nombre.

Atada a las palabras de su madre, Juana luchó con una imagen "gorda" de sí misma por toda su vida. Rechazaron y rompieron esa maldición durante una sesión de oración donde hicieron, incluso, guerra espiritual. Luego declararon que ella era creación divina, hecha para su gloria y le dieron gracias a Dios por haber hecho a Juana a su imagen. Ella fue liberada de la atadura y se comenzó a ver a sí misma desde una nueva óptica.

Otro caso notable es el de una mujer que llamaremos Rosa. Su hijo, que llamaremos Roberto, y que había sido normalmente buen alumno, cuando cursaba quinto grado, empezó a tener malas calificaciones. La opinión de la maestra, era que él podía hacer las cosas mucho mejor. Orando, Rosa recordó el día en que su suegra se enojó con su marido, porque él le reprochó que fuera tan exigente en la escuela con su hermana menor. Ella, entonces, le contestó textualmente: Espera que Roberto crezca y vas a ver lo que se siente cuando no puedes controlar a tu hijo en la escuela. Roberto, entonces, sólo tenía seis meses.

(Isaías 54: 17)= Ninguna arma forjada contra ti prosperará y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Dios.

Rosa usó este versículo para, en oración, romper esas palabras pronunciadas hacía tanto tiempo. Naturalmente, el muchacho mejoró y llegó a ser el mejor promedio en su colegio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario